“Prisoners” y la desconfianza hacía las instituciones impartidoras de justicia.

ACTIVISMO Y PARTICIPACIÓN

Erick José Fuentes Rivera.

3/25/2024

ADVERTENCIA DE POSIBLES SPOILERS DE LA PELÍCULA

El pasado puente de febrero, tuve la oportunidad de ver en la plataforma de Netflix una de las mejores películas dentro del género policial que ha podido estrenarse en los últimos años; “Prisoners” de Denis Villeneuve.

En esta película nos ponemos en la piel de dos hombres: el detective Loki, interpretado por Jake Gyllenhall, y Keller Dover, interpretado por Hugh Jackman. Uno es un padre de familia cuya hija es raptada, y el otro el detective asignado a la investigación del caso.

Dejando de lado lo interesante del fondo de la historia, me gustaría enfocarme en un tema que me parece ESENCIAL y mucho más en este año electoral: La confianza hacía las instituciones impartidoras de justicia.

Al principio de la película, la aparición de un individuo sospechoso genera que sigamos dos diferentes líneas de investigación: una extraoficial y otra institucional. El personaje de Keller Dover, desesperado por lo traumático y frustrante de los eventos acompañadas por la presión de ser la cabeza de su familia, generan que cometa un sinfín de delitos, convirtiéndose en una suerte de proto vigilante.

Además, Keller se comporta de esta manera derivado de su desconfianza con la línea de investigación de la policía y el detective Loki, pues considera que se ha dejado en libertad y en riesgo de un potencial escape al que él considera responsable o uno de los responsables del rapto de su hija. Es esta desconfianza, producto del miedo y todos los elementos antes mencionados, lo que provoca que Keller abandone por completo su brújula moral en aras de un fin aparentemente justificado, que es encontrar a su hija.

Por otro lado, el detective Loki, a pesar de demorar con la investigación, producto de los pocos indicios iniciales, se mantiene cauteloso, frío y vigilante de los posibles sospechosos y pistas. De hecho y a mi parecer, Loki sólo comete un error en un momento clave de la investigación, y éste nace producto de la frustración y desesperación que Keller ha sembrado en él.

Por la naturaleza de las acciones de los personajes, los finales de sus respectivos arcos son diferentes pero ad hoc a sus decisiones. Desde luego, no hace falta decir quién cumple con su deber y quién no.

Escribo la presente reflexión, debido a que vivimos un momento bastante específico dentro del cual la desconfianza hacía las instituciones impartidoras de justicia estatal siendo fomentada por agentes de poder, donde si bien es cierto que éstas, producto de su imperfección humana, han cometido errores graves, ello no niega que su mera existencia es necesaria y valiosa para nuestra sociedad.

Lo anterior no es algo exclusivo de nuestro país o una ideología política, sino que es una tendencia presente en la sociedad actual. No debemos olvidar que el miedo es un medio de control perfecto para posibles agentes autoritarios, que en aras de convencer a la población mediante la siembra del pánico y el miedo, buscan tergiversar a las instituciones para inclinarlas a su favor, y así poder abrir puertas que muchos de nosotros considerábamos cerradas para bien.

Para concluir, te dejo con la siguiente conclusión sacada del filme; Keller estaba desesperado por encontrar a su hija por el miedo y la culpa de creer que su hija lo resentirá por no ir a rescatarla, pero al final el héroe a quién su hija termina reconociendo y debiendo su gratitud no es a su padre, sino a otro hombre.

Erick José Fuentes Rivera.

Estudiante de la Universidad Panamericana y Miembro del CINED.