NARCOCULTURA: EL ACTUAL CREDO NACIONAL.

Un análisis de la forma en la que se vanagloria la Narcocultura en México.

ARTE Y CULTURA

Lic. Bramdon Fernando Hernández Bautista.

"Dom Perignon Lady Gaga, lentes en la cara, tusi lavada, triple lavada...", la leíste cantando,

¿No es así?

Puedo apostar que, gran mayoría de los lectores, reconocerán desde las primeras 4 palabras del inicio de este texto la canción tan sonada en todas las redes y plataformas digitales, por los cantantes Hassan Kabande (Peso Pluma), Antonio Herrera (Junior H) y "Gabito" Ballesteros, donde es evidente que, en menos de medio segundo, ya se mencionan dos tipos de cocaína y champagne de alto renombre. Tomando como ejemplo una de las tantísimas melodías que escuchamos actualmente por doquier, mismas que llevan en sus versos los estupefacientes, el enaltecimiento a figuras del crimen organizado, misoginia y sexualización de las mujeres, vida de excesos, etc.

Sin embargo, son tan comunes para amenizar reuniones entre familia y amigos, que se deja de prestar atención, algunas veces, a lo que se está cantando; por supuesto, para un adulto con la "capacidad de discrimar información y separar la ficción de la realidad" (recordemos que del plato a la boca, se cae la sopa), esto no refleja un problema más allá del consumo de entretenimiento, pero

¿Qué pasa entonces con los infantes y adolescentes expuestos, directa o indirectamente, a este tipo de contenidos?

Uno de los principales problemas en nuestro país que, de lo "normal" que se ha vuelto abordarlo en distintos formatos, dejó de prestársele la debida atención, es la llamada <<narcocultura>>, que, si bien a lo largo del tiempo es un tema que los gobiernos buscan erradicar en cada periodo, en los últimos 20 años, me atrevería a decir, se convirtió en un equívoco aspiracionismo. Desde las llamadas (narcoseries y narconovelas), hasta los conocidos como "narco corridos" y "corridos tumbados", siendo estas obras musicales que, en su mayoría, engrandecen las "hazañas" de personajes importantes y/o famosos del crimen organizado en México, además de hablar explícitamente de drogas legales e ilegales, con mensajes subliminales que incitan a su consumo para lograr cosas como "poder, categoría, sex appeal, entre otras".

El gobierno, desde la década de los 80's y 90's, intentó impedir la difusión de este tipo de contenidos musicales, a través de la censura en medios fáticos e incluso hasta en presentaciones en vivo, el caso más famoso es el de la agrupación tan conocida "Los Tigres del Norte", misma que, pese a ser la única agrupación mexicana que ha logrado ganar 6 premios Grammy y 12 Grammy latino, así como lograr que su música traspasara fronteras llegando a conquistar los cinco continentes, y haber filmado 40 películas al lado de los hermanos Almada (Mario y Fernando) entre otros actores de altísima trayectoria en el cine nacional, han sido "acallados" en algunas ocasiones alrededor de su trayectoria artística, verbigracia, en 2009 por su tema "La granja" (crítica satírica al gobierno del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa), o en 2012 por su canción "La Reina del Sur".

Otro ejemplo, no tan lejano, en agosto pasado del presente año, el tema "Cuerno azulado" (canción que habla acerca de un dichoso acuerdo entre el crimen organizado y el gobierno), interpretado por el cantautor Natanael Cano, fue censurado de las plataformas digitales, al grado, de ser evitado por el mismo artista en shows en vivo, por el miedo a sufrir un atentado contra su propia vida, Curioso, ¿no?, ahora la censura proviene, a través de medios no tan gratos ni jurisdiccionales, de los mismos cárteles, quienes envían mensajes bastante directos (narcomantas o notas escritas, en pleno concierto, como el famoso caso del artista Chalino Sánchez en 1992), a ciertos artistas para impedirles interpreten determinados temas.

Y, a este punto, quiero aclarar encarecidamente, no busco "satanizar" o demeritar el trabajo de mis colegas compositores, mucho menos del género al cual pertenecen sus obras, porque como Maestro Compositor, reconozco el arte en cualquiera de sus manifestaciones, entendiendo que éste va transformándose y evolucionando al pasar del tiempo; el "breviario cultural", antes expuesto, sirve de antecedente y prueba, para entrar en materia del presente artículo.

Psicólogos, sociólogos y estudiosos de los medios masivos de comunicación, han propuesto desde la década de los 70's, la conocida como teoría del aprendizaje social, según la cual las creencias y actitudes de una persona están basadas:

1) Directamente, en sus experiencias de primera mano con otras personas que creen y se comportan de cierta forma.

2) Indirectamente, en lo que observan que otros-y este "otros", incluyen a personajes de todo tipo, sean humanos o no dicen- y hacen en los medios masivos de comunicación.

Ésta teoría, predice que personas de cualquier edad, y niños en particular, aprenderán, al ver programas con contenido violento, por ejemplo, las circunstancias, razones y posibles consecuencias de actuar violenta o agresivamente. Dependiendo de las consecuencias qué tenga el comportamiento del personaje que el menor observas, aumentará la probabilidad de que éste lo imite.

También desde los setenta tenemos la teoría del cultivo, del comunicólogo George Gerbener, que establece que las personas, a partir de la mezcla de la realidad que viven y de la ficción que observan en la televisión y otros medios, desarrollan creencias, actitudes y expectativas sobre lo que es "en la realidad" el mundo, y aplican todo lo asimilado a la hora de decidir cómo comportarse en el mundo real.

Una década más joven que las anteriores, la teoría del efecto de primacía en los medios, mejor conocida en la psicología cognitiva como priming, señala que las personas, al exponerse a lo que es transmitido por los medios de comunicación, genera ideas que en ese momento ocuparán el primer plano de sus pensamientos y de su memoria. En esta teoría, si un menor observa que el personaje que ve en un determinado programa "la pasa bien o se beneficia" al actuar violento, consumir drogas, asesinar, ganar dinero fácil, etc, lo replicará en su realidad.

Entonces, tras las últimas décadas, donde programas como La Reina del Sur, Pablo Escobar, El Señor de los cielos, Narcos México, El Chapo, Rosario Tijeras, Breaking Bad (en Estados Unidos), por mencionar algunos, predominan en la televisión y plataformas de streaming, es más común escuchar en las aulas de clase, nivel primaria/secundaria, a estudiantes expresar abiertamente que su meta o aspiración en la vida es ser miembro del crimen organizado, porque éste traerá consigo "fortuna económica, placeres en abundancia, nivel social distinguido y una mejor calidad de vida fácilmente"; así como mirar a niños menores a los 10 años, corear en fiestas escolares o familiares "corridos tumbados y narco corridos", con una fluidez y normalidad impresionante, y alarmante, agregaría.

Teorías aparte, una gran mayoría (88%) de los estudios sobre los efectos qué los medios masivos tienen sobre su audiencia, realizados durante las pasadas décadas, han mostrado que la exposición a los mensajes transmitidos, en particular a los medios electrónicos visuales, producen cambios en las creencias, actitudes o comportamientos de las personas. No obstante, los mismos estudios señalan que esos efectos son secundarios si se les compara con los debidos a fuentes de mayor influencia, como la familia, los amigos, los conocidos y las experiencias. Sin embargo, no siempre ocurre así, llevándonos al problema de la actual "narcocultura", centrándonos en esta problemática social, ya que también gracias a estos mensajes subliminales en medios fáticos, se generan otras problemáticas como la indirecta promoción a sexualizar a las mujeres, cayendo nuevamente en la misoginia y machismo que, por antonomasia, nuestro país tiene hoy por hoy, pese a la constante lucha y transformación de las leyes, pero ese tema lo dejaremos para otro artículo. 

He aquí la importante labor de educación, desde el contexto externo al escolar, de cada individuo, se debe reforzar y aprender a enseñar que, el consumo de estos programas y géneros musicales de entretenimiento, son meramente eso: Entretenimiento. Que no son prototipos aspiracionales para seguir en la vida diaria, y que mucha de la información presente en esos programas o versos, no relatará verdaderamente lo atroz de los hechos, mucho menos de las consecuencias por llevar a cabo ciertas acciones, en su mayoría, ilícitas.

Así mismo, hacer un llamado a las instituciones militares, sobre la atención de la salud mental en las fuerzas armadas, o es que ya se olvidó que los primeros "zetas" fueron un grupo de 20 miembros de las fuerzas especiales dañados mentalmente, principalmente, por el Trastorno por Estrés Postraumático, que afecta a soldados, marines, y derivados. Que, en ese deseo de seguir sintiendo adrenalina, aunado a la falta de acceso al campo laboral civil por este "fichaje", recibido por ser egresado de la milicia, caen en las filas del crimen organizado.

Llegamos al centro del problema: Falta de educación y cultura hacia nuestra niñez y juventud, así como nula atención a la salud mental de quienes pertenecen a las fuerzas armadas mexicanas, generando así pasen al bando enemigo por atender sus necesidades del psique.

Es responsabilidad de padres de familia y profesionales de la educación concientizar a esa población más susceptible (por la etapa de construcción de su identidad y toma de decisiones), si bien no restringir del todo el acceso a estos "narco contenidos", pero sí ser puntuales en la diferenciación de entretenimiento y realidad, además una cultura fomentada en la legalidad y trabajo, para que una decadencia en la economía familiar no sea un motivo para plantearse ser "sicario" como "profesión". Así como también mostrar la otra cara de la moneda, esto en torno a los peligros que implica el consumo de drogas mostradas en videos musicales de los géneros musicales aquí expuestos, o en los versos de los mismos.

El control parental es una estrategia recomendable, sobre todo, para saber qué es lo que sus hijos consumen en las diferentes redes sociales, ya que sabemos no todo lo que está en el internet es fiable, saludable ni formativo.

Para finalizar, como dicen el inicio de algunos versos del cantautor Ricardo Arjona: El problema no es el narco corrido, el problema es cómo lo alucinas.

Bramdon Fernando Hernández Bautista.

Licenciado en Educación Secundaria especializado en Biología, secretario nacional de Educación de la Unión Política Jurista Juvenil.

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