Lo que no fue la marcha por la democracia

Actualmente la democracia no se encuentra en un jaque violento como le tocó a Madero, ello no quiere decir que no se encuentre en un potencial riesgo.

POLÍTICA Y ELECCIONES

Erick José Fuentes Rivera.

2/20/2024

El pasado domingo se realizó la llamada “marcha por la democracia”, una manifestación convocada por la sociedad civil que logró integrar también a los miembros del Poder Judicial.

A la marcha que llenó la plancha del Zócalo de la Ciudad de México asistieron personajes como el ex ministro José Ramón Cossío, el ex consejero presidente, Lorenzo Córdova - cuya ausencia se siente dentro del órgano - así como otros destacados intelectuales como Denisse Dresser, apóstata obradorista confesa, y Enrique Krauze, quién desde hace mucho tiempo advertía el peligro perfil de nuestro actual presidente.

Pero lo verdaderamente valioso no es él quién vino, habló o convocó, sino el fondo por el cual todas esas personas decidieron asistir sacrificando su domingo: la defensa de la democracia y unas elecciones libres de violencia.

Si bien es cierto que actualmente la democracia no se encuentra en un jaque violento como le tocó a Madero, lo cierto es que ello no quiere decir que no se encuentre en un potencial riesgo; las señales han sido muchas, pero también lo han sido difusas, impidiendo que el pueblo en su totalidad las advierta.

Y uno de los principales y más visibles atentados contra la democracia es la creciente inseguridad en estados como Zacatecas, Guerrero o Guanajuato por mencionar unos pocos, en donde se ha hecho evidente que el narcotráfico busca controlar la elección de la población de dichas entidades, y que esto representa un intento indudable para vulnerar la democracia. POR ESTO ES POR LO QUE LA GENTE MARCHA.

Lo anterior se ha acentuado en días recientes ante las presuntas acusaciones de financiamiento ilícito de anteriores campañas del actual presidente. No podemos atrevernos a presentar conclusiones ni acusaciones, pero lo que es cierto, es que la actual administración en aras de aprovechar el odio hacía el calderonismo y su fracasada guerra contra el narcotráfico, ha caído en el extremo de hacer ojos ciegos ante el fortalecimiento de los grupos delictivos, sumado a sospechosas interacciones y referencias del presidente hacía la familia Guzmán Loera.

Pero no se debe olvidar tampoco que la democracia, si bien ha estado influenciada y representada por ideologías capitalistas y liberales, se trata de algo mucho más grande y valioso por lo cual vale totalmente la pena luchar. He visto a quienes aseguraron que se marchó en contra del comunismo, pero yo me pregunto ¿qué culpa tiene el comunismo? El que a estas alturas piense que Obrador es comunista está totalmente perdido, porque éste se dice de izquierda pero tiende mucho a la derecha.

Tampoco se debe creer que se marchó para proteger, defender o disculpar a administraciones fallidas, porque eso ya no tiene ninguna utilidad y los ciudadanos lo saben, contrario a lo que el presidente asegura; culpar al pasado no sirve de nada y menos cuando la democracia de una nación se encuentra de por medio.

Por lo tanto, debemos tener claro que no se marchó a favor la inseguridad, el voto coaccionado, el fraude electoral, la guerra contra el narco, Calderón, la oposición, los partidos políticos, el capitalismo, el Neoliberalismo, o Xóchitl Gálvez, pero tampoco se marchó en contra del comunismo.

Se marchó por la democracia, la seguridad, y la libertad; éstas son causas por las que vale la pena marchar un domingo por la mañana, y por las que todas las ideologías políticas considero que concuerdan en su lucha y protección.

Foto desde X @MariettoPonce

Erick José Fuentes Rivera.

Estudiante de la Universidad Panamericana y Miembro del CINED.